La damiana (cuyo nombre científico es Turnera difusa, de la familia de las
turneráceas), es una planta arbustiva que puede alcanzar una altura
máxima que oscila entre 1 y 2 metros. Tiene hojas de color verde en cuyo envés
presenta una pelusa aterciopelada; las hojas tienen forma ovalada con bordes
irregulares en forma de dientes de sierra. Las flores son pequeñas y con cinco
pétalos de color amarillo. Los frutos de la damiana están protegidos por una
cápsula y tienen sabor dulce.
La damiana es
también conocida por los nombres de hierba
de la pastora, hierba del venado u
oreganillo. Pertenece a la familia de las turneáceas y es típica de las
zonas más áridas de la América tropical, así como de Brasil, California y
México. En este último país es llamada té mexicano.
Existen vestigios del uso de
la damiana en las antiguas culturas azteca y maya en ritos de carácter erótico
tendentes a favorecer la fertilidad. Mayas y aztecas consideraban que esta
planta tenía orígen divino y era común su uso como vigorizante sexual para
ambos sexos.
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Flor de la damiana |
Entre los múltiples efectos que el consumo de
productos derivados de la damiana tiene sobre el organismo, el más conocido y responsable de su fama
entre los productos naturales es su capacidad afrodisíaca. No obstante, no son menos importantes, aunque sí menos
conocidos, sus efectos vigorizantes
para el organismo, siendo muy efectiva en casos de agotamiento físico, cansancio
muscular o depresiones estacionales. También tiene propiedades
antibacterianas, diuréticas, laxantes y expectorantes.
La damiana
es estimulante natural del sistema
nervioso central que actúa como potenciador de los mecanismos de la micción, la
erección y la eyaculación. De hecho es corriente encontrar numerosos preparados
comerciales a base de damiana para favorecer y mejorar las relaciones sexuales,
teniendo también efectos beneficiosos en
casos de inflamación testicular o eyaculación precoz.
Una vez que se ha ingerido, la damiana produce efectos casi instantáneamente, de hecho éstos
efectos pueden apreciarse transcurrida media hora tras la ingesta. No obstante,
los efectos beneficiosos de la damiana
suelen ser más acusados entre los hombres que entre las mujeres.
Con todo, el consumo de damiana no está exento de
efectos secundarios, si bien éstos son muy poco frecuentes y suelen consistir
en irritación intestinal o alteraciones del ritmo cardiaco. Por eso es
recomendable comenzar a usar la damiana a bajas dosis para apreciar si estos
efectos secundarios aparecen, en cuyo caso habrá que abandonar su consumo
inmediatamente.
Y no podemos olvidar que, tratándose de un agente
estimulante y vigorizante natural, su consumo está contraindicado cuando además
se están tomando otros estimulantes del sistema nervioso, incluso de origen
natural, como el café o el ginseng. Tampoco debe ser consumida la damiana por
personas que sufran del síndrome de intestino irritable o con problemas de
insuficiencia cardiaca, y no parece recomendable en casos de embarazo o
lactancia.
Existen varias presentaciones comerciales de la damiana,
entre las que se encuentran los comprimidos o cápsulas, extractos y planta
troceada para hacer infusiones. Las cápsulas pueden consumirse a razón de 1 ó 2
comprimidos diarios. Como infusión puede tomarse hasta tres veces, generalmente
antes de las comidas, y en el caso de las gotas, se recomienda tomar de 20 a 50
gotas tres veces al día.
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