lunes, 9 de septiembre de 2013

Damiana: afrodisiaco y revitalizante natural


La damiana (cuyo nombre científico es Turnera difusa, de la familia de las turneráceas), es una planta arbustiva que puede alcanzar una altura máxima que oscila entre 1 y 2 metros. Tiene hojas de color verde en cuyo envés presenta una pelusa aterciopelada; las hojas tienen forma ovalada con bordes irregulares en forma de dientes de sierra. Las flores son pequeñas y con cinco pétalos de color amarillo. Los frutos de la damiana están protegidos por una cápsula y tienen sabor dulce.
 
La damiana es también conocida por los nombres de hierba de la pastora, hierba del venado u  oreganillo. Pertenece a la familia de las turneáceas y es típica de las zonas más áridas de la América tropical, así como de Brasil, California y México. En este último país es llamada té mexicano.

Existen vestigios del uso de la damiana en las antiguas culturas azteca y maya en ritos de carácter erótico tendentes a favorecer la fertilidad. Mayas y aztecas consideraban que esta planta tenía orígen divino y era común su uso como vigorizante sexual para ambos sexos.

Flor de la damiana
Entre los múltiples efectos que el consumo de productos derivados de la damiana tiene sobre el organismo,  el más conocido y responsable de su fama entre los productos naturales es su capacidad afrodisíaca. No obstante, no son menos importantes, aunque sí menos conocidos, sus efectos vigorizantes para el organismo, siendo muy efectiva en casos de agotamiento físico, cansancio muscular o depresiones estacionales. También tiene propiedades antibacterianas, diuréticas, laxantes y expectorantes.

La damiana es estimulante natural del sistema nervioso central que actúa como potenciador de los mecanismos de la micción, la erección y la eyaculación. De hecho es corriente encontrar numerosos preparados comerciales a base de damiana para favorecer y mejorar las relaciones sexuales, teniendo también efectos  beneficiosos en casos de inflamación testicular o eyaculación precoz.

Una vez que se ha ingerido, la damiana produce efectos casi instantáneamente, de hecho éstos efectos pueden apreciarse transcurrida media hora tras la ingesta. No obstante, los efectos beneficiosos de la damiana  suelen ser más acusados entre los hombres que entre las mujeres.  

Con todo, el consumo de damiana no está exento de efectos secundarios, si bien éstos son muy poco frecuentes y suelen consistir en irritación intestinal o alteraciones del ritmo cardiaco. Por eso es recomendable comenzar a usar la damiana a bajas dosis para apreciar si estos efectos secundarios aparecen, en cuyo caso habrá que abandonar su consumo inmediatamente.

Y no podemos olvidar que, tratándose de un agente estimulante y vigorizante natural, su consumo está contraindicado cuando además se están tomando otros estimulantes del sistema nervioso, incluso de origen natural, como el café o el ginseng. Tampoco debe ser consumida la damiana por personas que sufran del síndrome de intestino irritable o con problemas de insuficiencia cardiaca, y no parece recomendable en casos de embarazo o lactancia.

Existen varias presentaciones comerciales de la damiana, entre las que se encuentran los comprimidos o cápsulas, extractos y planta troceada para hacer infusiones. Las cápsulas pueden consumirse a razón de 1 ó 2 comprimidos diarios. Como infusión puede tomarse hasta tres veces, generalmente antes de las comidas, y en el caso de las gotas, se recomienda tomar de 20 a 50 gotas tres veces al día.
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